Hace 20 años, cuando Google anunció el lanzamiento de Gmail, muchos lo recibieron con escepticismo y pensaron que se trataba de una broma por coincidir con el April Fools o «día de los inocentes». La extravagante nota de prensa y las promesas de un gigabyte de almacenamiento gratuito parecían demasiado buenas para ser verdad en una época donde los buzones de correo apenas tenían capacidad para unos pocos megabytes.
Gmail desafió las normas establecidas al ofrecer un gigabyte de almacenamiento, una cantidad sin precedentes en ese momento, y al proporcionar el servicio de forma gratuita en una era donde muchos servicios de correo electrónico eran de pago. Además, su lanzamiento en el Día de los Inocentes añadió un aire de incredulidad, alimentando las dudas sobre su autenticidad.
En ese momento, el panorama de los servicios de correo electrónico estaba dominado por nombres como AOL, Hotmail, y Yahoo, con limitaciones significativas en términos de almacenamiento y funcionalidad. La llegada de Gmail en versión beta en 2004 marcó un hito al ofrecer un filtro de spam eficaz y una capacidad de almacenamiento de 10 MB, multiplicada por cien en comparación con la norma de la época.
A lo largo de los años, Gmail se ha consolidado como uno de los servicios de correo electrónico más populares y ampliamente utilizados, compitiendo con gigantes de la industria como Hotmail y Yahoo. Su apertura al público en general en 2007, con características innovadoras como la capacidad de almacenamiento en constante crecimiento marcó un punto de inflexión en la forma en que la gente gestionaba su correo electrónico.
Hoy en día, Gmail es el servicio de correo electrónico principal para millones de personas en todo el mundo, y su nombre se ha convertido en sinónimo de correo electrónico. A pesar de los altibajos y las críticas, el legado de Gmail como pionero en la revolución del correo electrónico es innegable.